En el Levante de las páginas

Si ya me emocionó el Mahabharata, el Ramayana dobla el asombro. Verdaderamente, la humanidad occidental en general y la española en par...

Hoy (o puede que lo sea mañana, depende de la parte del globo terráqueo donde ustedes se encuentren) ha sido 25 de noviembre. En tal dí...

Ya sé que, al leer este libro, no he leído el Mahabharata. Ya sé que el Mahabharata es uno de los poemas más extensos del mundo, y ...

Tanizaki en su más puro estado. Diario de un viejo loco es una de las últimas obras de este autor japonés, escrita a comienzos de l...

  A mí, cuando un autor al que frecuento suele salirse de lo que es su línea literaria habitual, la reacción que me provoca por lo gen...

Ha sido un placer descubrir al Kawabata que todavía no era lo que después llegó a ser. Aquí no nos encontramos con el Kawabata profundo y...

Leer a Ryu Murakami es siempre una garantía de acceso a las claves para entender el Japón de hoy y asumir sin concesiones de ningún tipo ...

A Haruki Murakami se le nota más el plumero en la narrativa breve. Es descorazonador volver a leer en reducido y por enésima vez todos...

  No es nada fácil escribir sobre la locura o sobre las minusvalías psíquicas metiéndose a través de los personajes de un relato en la ...

Sólo entenderás al final del relato, y no sabes bien de qué manera, el porqué de ese enigmático y futurista título, que parece más prop...

Poco a poco se van aportando granitos de arena en aras de hacerle justicia a Junichiro Tanizaki (1886-1965) en el mercado hispanohablan...

Lo diré cuantas veces hagan falta y aun a riesgo de que por ello se me desee un doloroso y lento proceso de castración: el mundo ha pe...

Soy amigo de dejar mal parada a la literatura negra japonesa. Casi siempre me ha parecido algo ñoña y poco creíble para lo que en occid...

Ya tenía yo ganas de que el mercado editorial español por fin lanzara una obra de Mo Yan a un precio asequible. Han sido los de Austral e...

Conozco esta obra desde que era adolescente e iba al instituto. Al menos en Madrid, que era donde yo vivía en aquellos años ochenta, rara...