martes, 13 de diciembre de 2011

"After Dark", de Haruki Murakami


Aprovecho para hablar de esta novelilla, ahora que en estas Navidades que llegan se la voy a regalar a la callista de mis padres, murakamiana impenitente, y que siempre que pasan por su consulta les pregunta qué tal anda el zumbao de su hijo por Japón, lo cual es de agradecer, máxime si quien te pregunta qué tal andas es callista...

Recuerdo que After Dark fue el tercer texto que leí que Haruki Murakami, y el primero de ellos en una traducción en español (tanto Norvegian Wood como After The Quake los había leído en versión inglesa). El libro llegaba a las librerías españolas precedido de una cierta mala fama de ser probablemente el peor trabajo de ficción de Murakami.

A mí la verdad es que no me dejó mal sabor de boca; por eso mismo lo regalo ahora. Me encontré con una trama donde se reúnen elementos propios del surrealismo, pero también de novela social, negra e incluso de ciencia-ficción y terror. Luego la novela no resulta ser nada de eso y, sin embargo, lo es todo a la vez, vertebrada en una trama intensa que engancha, y que va creándole al lector unas expectativas de cara al desenlace que al final no se producen. Pues precisamente esa característica, que para muchos detractores de este novelista no se trata más que de una "tomadura de pelo", es sin embargo lo que me gusta de este libro en particular, y de la obra de Murakami en general. Parece que este escritor siempre nos brinda en las últimas páginas un guiño burlón, como si nos preguntara: "¿pero qué os creíais?"

Por otra parte, al margen del elemento fantástico o irreal que puebla el universo Murakami, y que por supuesto en esta obra también se convierte en un aspecto capital, After Dark ofrece, además, un buen repertorio de variopintos personajes (lo que es mérito añadido si se hace en las escasas páginas de una novela corta): la chica solitaria que pretende estarse toda la noche leyendo en una cafetería afterhours, el friki buenrollista a la par que algo colgao que va detrás de la chica, la prostituta china, el salaryman sádico que descarga sus iracundas frutraciones contra esas prostitutas, los mafiosillos que viven a costa de tales prostitutas, las encargadas de los love otels (lo pongo sin hache para que no se genere automáticamente un enlace publicitario a ofertas de oteles, otra vez sin hache por igual motivo), etc. Son los personajes que suelen poblar la noche tokiota, a través de los cuales se desvela una solapada denuncia hacia el mosaico de injusticias que componen el mundo del comercio sexual, con sus explícitos casos de explotación, violencia y otra serie de abusos. Pocas veces he visto a Murakami tan acertado en el terreno de la denuncia social como en After Dark. Quizás por eso no sea una obra tan prescindible como se suele decir.

La novela fue publicada en español por Tusquets.

No hay comentarios:

Publicar un comentario