sábado, 10 de abril de 2010

"El grito silencioso", de Kenzaburo Oé


Me estoy aficionando a Kenzaburo Oé. Engancha ese estilo tan personal pero a la vez con unos temas y problemas tan dirigidos al público general (dispuesto a leer, claro) japonés y no japonés. No son fáciles sus textos, pero ese es precisamente el encanto. La novela se deja llevar desde el primer momento por una dinámica del absurdo subyugadora: dos hermanos, "Mitsu" y "Taka". El primero de ellos vive en Tokio y tiene graves problemas en su familia, pues tiene un hijo deficiente mental, cuyo nacimiento hunde a su esposa en el hoyo del alcoholismo. Mientras, "Taka" regresa de los Estados Unidos, donde pretendía participar en una revolución popular (son los últimos años 60), pero de allí no obtiene otra cosa que una enfermedad venérea que le contagió una prostituta madura afroamericana. Entonces, a "Taka" no se le ocurre otra cosa que regresar a la isla de Shikoku, de donde eran sus padres, para allí tratar de organizar una revuelta campesina como la que en el siglo XIX lideró uno de sus antepasados. Y lo curioso es que a "Taka" le hacen caso los pueblerinos, cargando todas sus iras contra el dueño del mayor supermercado de la comarca, un coreano a quien ven como la quintaesencia de la tiranía y la opresión al pueblo. Una atractiva lectura en que se produce la no siempre cómoda convivencia de la comedia con la tragedia, y una de las obras fundamentales de este Premio Nobel que es Oé, pues en su obra posterior a El grito silencioso se van a ver muchos retornos a los temas aquí abordados.

Está publicada por Anagrama en distintos formatos (el de la foto pertenece a la Colección Compactos) y traducida por Miguel Wandenbergh.


6 comentarios:

  1. Porqué se insiste en decir que Oé es un autor "difícil"? Me parece sumamente accesible y ameno.-

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  2. Bueno, yo sí que pienso que leer a Oé requiere un esfuerzo que a lo mejor otro tipo de lecturas no exigen. La prueba la tienes en que no es un lector seguido por las masas, ni dentro ni fuera de Japón. Pero vamos, que opino lo mismo que tú, que ellos se lo pierden, porque merece la pena acercarse a este autor. ¡Muchas gracias por tu comentario! Un saludo.

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    1. Y ahora me he puesto a leer "Arrancad las semillas, fusilad a los niños", y te tengo que dar la razón con lo de que Oé es un autor ameno y accesible. En realidad me sucedió lo mismo hace años, cuando leí "La presa". En cambio, "Renacimiento" la encontré bastante más compleja a todos los niveles. Quizás haya una diferencia entre sus primeras obras y las más recientes. Un saludo.

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  3. Sería de agradecer, sinceramente, que dejaran de ponerle acento a Oe pues se pronuncia todo lo contrario: Óe.

    Miguel Wandenbergh

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    1. Estimado Sr. Wandenbergh:

      Muchas gracias por su mensaje; es un honor contar en este blog con un comentario suyo. Aprovecho para darle mi enhorabuena por sus excelentes traducciones de Kenzaburo Ooe.

      Sí, efectivamente, sabía que el apellido del autor es 大江 (おおえ) y por tanto no debería transcribirse como "Oé". Sin embargo, lo cierto es que la forma "Oé" es la empleada por la mayoría de las editoriales que publican las obras de este autor en España (por ejemplo, Anagrama y Seix Barral) y, por respeto a ese criterio, en este blog mantengo esa forma de escribir el apellido del novelista.

      Por ese mismo motivo, debo reconocer que me ha sorprendido su comentario pidiéndonos que dejemos de usar la forma "Oé", cuando resulta que esa es precisamente la forma que se utiliza en las traducciones que usted ha publicado de este escritor, y no parece que ello le preocupe. Es decir, que si la forma "Oé" se ha convertido en la más utilizada en el mundo hispanohablante para referirse a este autor, es en buena medida responsabilidad de usted.

      En definitiva, que más que a nosotros, a quien debe usted dirigir el comentario es a sus editores, para que en futuras ediciones subsanen el error.

      Un cordial saludo,


      Gabriel González Maurazos

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